Querido Jesús:
Te queremos preguntar:

¿Cómo acercarnos más a Ti, en esta Navidad, que eres el recién nacido en Belén y que nos traes la Buena Noticia del Amor?

Creemos que Tú no quieres de nosotros, ni ruidos, ni aplausos, ni discursos, ni apariencias,  ni palabras bonitas.

Solo quieres que tengamos  actitudes sencillas, nacidas del corazón, acciones concretas de amor, gestos solidarios con los más olvidados, con los que generalmente dejamos de lado, con los que muchas veces, no vemos.

Solo quieres de nosotros que en Navidad, los regalos no sean lo más importante, sino que nos centremos en el misterio esencial que consiste en que Tú, Jesús, te encarnaste en cada uno de nosotros para hacernos personas  de bien, cuidadosas del buen trato de  los hermanos, compasivas y generosas con tantos que nos necesitan.

Quieres que nazcamos contigo y que siguiendo tu ejemplo, gastemos nuestro tiempo en los demás, en consolar, animar, acoger al que está triste, trabajar por hacer justicia, disculpar al que nos hirió, reconciliarnos con él, abrir la puerta de nuestra casa y tener la mesa puesta,  por si alguien que está solo, quiere llegar a compartir con nosotros.

Quieres que cuidemos nuestra naturaleza, que Tú creaste con tanto Amor, para que la disfrutemos, evitemos su destrucción y ayudemos  para que ella pueda desarrollarse  en plenitud.

En definitiva, quieres que amemos a nuestra Creación, que nos amemos unos a otros, como Tú nos amas y que eso se note más con hechos,  que con palabras.

Estos son tus sueños de Navidad, Jesús, que también son los sueños de Dios.

Y solo cuando estos se realicen de verdad, podremos saludarnos con alegría, el próximo 25 de diciembre, unos  a otros y a todas las personas de buena voluntad, en alta voz, diciendo:

¡¡¡JESÚS NACERÁ  EN NUESTROS CORAZONES!!!
¡¡¡ÉL ES  EL MEJOR  REGALO QUE VAMOS A RECIBIR!!!
Amén.